Son muchos años con desnutrición en una región líder mundial en la producción de alimentos
América Latina es la única región del planeta que cumplió ya con la meta del milenio fijada por la ONU de reducir en un 50% las personas con hambre desde 1990 al 2015. Con políticas públicas vigorosas, pleno apoyo de la sociedad civil, y la guía y cooperación de la FAO, que ha renovado el pensamiento internacional sobre el tema, en la gestión de José Graziano Da Silva, los hambrientos cayeron de 69 millones en 1990/92, a 37 millones en el 2012/14.
Las políticas aconsejadas a los países, por la Dirección Regional de la FAO que lidera Raúl Benítez, han dado resultados concretos.
Entre ellas destaca la idea de transformar la visión tradicional del hambre como un problema de producción, a la percepción de que en un mundo que produce alimentos que podrían nutrir a una población un 38% mayor que la actual, y tiene 805 millones con hambre, no es solo un tema de producción sino también de "acceso" a los alimentos.
Eso es bien visible en este continente que produce anualmente alimentos para tres veces su población, y que sin embargo presentaba vastos sectores en desnutrición, como los 45 millones que tenía Brasil, cuando Lula inició su presidencia.
Brasil que se puso en la vanguardia con su programa "Hambre cero", redujo el hambre en un 40% entre el 2002 y el 2012.
Hambre Cero liderado por José Graziano, se convirtió en referencia mundial, y está siendo aplicado en África, y otros países de América Latina.
Entre sus innovaciones están: la conversión del hambre en un problema de toda la sociedad, Lula resaltó que quería cambiar al hambre de un "problema de salud", a una "cuestión política"; el énfasis en potenciar a los campesinos pobres que eran parte importante de los hambrientos, con créditos, tecnologías y fortaleciendo su capacidad de organizarse; la orientación de las compras públicas de alimentos hacia esos campesinos que le dio seguridad en la colocación de sus cosechas, y mucho mejores condiciones; la coordinación de todas las organizaciones públicas que podrían ayudar; la movilización de la cooperación de la Responsabilidad Social Empresarial, y de la sociedad civil en todas sus expresiones.
La Oficina Regional FAO elaboró un plan para alcanzar hambre cero en de América Latina en el 2025, en el que las políticas de acceso son un pilar central. Fue aprobado por todos los gobiernos en el Celac (enero 2015).
Sin embargo, el contexto económico internacional presenta serios desafíos para la región, y aparece como una tentación la vuelta a políticas ortodoxas que fracasaron, y que pueden aumentar desigualdad, pobreza extrema y desnutrición y malnutrición.
Se necesita más que nunca profundizar políticas contracíclicas en lo social. Es un compromiso de los gobiernos, pero ante todo una demanda de la gran mayoría de los ciudadanos, y un tema ético decisivo. Ya han sido demasiados años con desnutrición en una región líder mundial en la producción de alimentos. No hay más pretextos para justificar el hambre.
Asesor Principal de la Dirección Regional de la FAO para América Latina y el Caribe.
kliksberg@aol.com / ElUniversal
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