Sumak Kawsay es el camino hacia las estrellas, literalmente hablando.
El autor.
El muro de contención en las sociedades capitalistas avanzadas se ha roto (Estado de bienestar).
La realidad avanza imparable y la izquierda Española y Europea parece no enterarse y ha optado por la estrategia del avestruz, de esconder la cabeza ante las adversidades.
El Sistema y sus ideólogos han hecho bien su trabajo. Nos han hecho creer que el marxismo es dogma o no lo es, y nos han hecho creer que conceptos básicos como: Lucha de clases, hegemonía, control de los medios de producción, conciencia de clase y un largo etc.. son cosas del pasado.
El fin de las ideologías (D. Bell) acompañado del choque de la civilizaciones de samuel huntington o del fin de la historia (Fukuyama) ha sido hasta hace poco el pan de cada día y parte del cierre del sistema-pensamiento
occidental, un cierre, que buscaba de parar el ciclo histórico como si la historia fuera congelada simplemente por medio de una máquina fotográfica y convertida en una fotografía.
Pero la historia tiene sus caprichos, y su rueda motriz se ha puesto en marcha dispuesta aplastar a todo aquel que no se adapten a la realidad.
El choque brutal entre realidad e ideología dominante tal como ocurrió en la URSS es hoy parte del presente y este choque acabará llevándose por delante no solo una ideología hasta hoy hegemónica, sino su sistema económico y sus estructuras político-sociales.
El marxismo es ciencia. El Socialismo es el camino para evitar la barbarie o acabar en la edad de piedra.
El Marxismo es una ciencia viva, creadora de conceptos salidos del análisis serio de la realidad. Quizás los únicos que no se han tomado serio a Marx en el día de hoy, sean los dirigentes de izquierdas, la clase trabajadora (mayoritaria a pesar de su división y atomización) y los intelectuales. Pero las clases dominantes capitalistas, las élites transnacionales podemos decir hoy, que son marxistas, y aplican los métodos marxistas en su defensa. Vemos la conciencia de clase como lo tienen asimilado, la solidaridad de clase a nivel mundial, y vemos como utiliza los conocimientos marxistas en su provecho, mientras que transmite a las clases oprimidas y populares su machacante propaganda la cual dice: Marx a muerto.
¿Qué falló en el socialismo real?. Uno de los grandes fallos del socialismo real es confundir medios con fines. El medio, esto es la hegemonía de clase, la dictadura proletaria (dictadura de las clases dominantes previo paso a la abolición del capitalismo), el control estatal de los medios de producción.
Digamos que, medio se convirtió en fin, y como dice Heráclito: Las aguas del espíritu o se mueven o acaban putrefactas.
Si estudiamos el trabajo de Engels sobre el origen de la familia, la propiedad privada y el estado, aunque el final que da Morgan a la civilización, sus dos caminos, uno hacia la disolución de la civilización, otro, al triunfo de la humanidad sobre el mundo material por medio del control de las riquezas, veremos que, lo que Morgan nos señala junto con Engels, es que el fin, es una estrella que jamás alcanzaremos, es un perfeccionamiento constante y diario basado en el amor a la vida y en el desarrollo del comunismo originario. Esto es el camino hacia el buen vivir o o sumak kawsay.
No se trata de volver a la gens primaria, pero sí a su esencia, a la comunidad o comunismo primitivo. Un camino constante de siglos o milenio hacia la disolución de la propiedad privada, limitándola y no haciéndola ídolo o intocable (fundamentalista).
El camino hacia el comunismo originario es el socialismo en su mayor expresión, el fin de la dualidad espíritu-materia y la vuelta del hombre a la naturaleza, lejos del mundo de la tecnología donde hoy se le ha dado el valor de ciencia, pero que sirve de control social y de herramienta de acomulación de capital para una clase dominante o élite sumamente minoritaria.
El respeto al diseño original de la creación o la naturaleza, el amar la vida, la construcción de una filosofía de vida (el arte de vivir plenamente) y un camino infinito de mejoramiento espiritual como seres humanos y como pueblos evolucionados, llevarán a un crecimiento material natural, que no ponga en peligro ni la vida de otras especies ni las próximas y futuras generaciones.
Un Socialismo del siglo XXI a nivel planetario pasa hoy por poner como fin el Buen vivir o el sumak Kawsay, un camino necesario para que el árbol vuelva a ser árbol y no hylé o materia para combustión, devolviendo el valor a las cosas no por su intercambio económico o su utilidad material, sino por el simple hecho de su existencia.
El fin del mundo-mercado es una lucha o combate total contra las fuerzas que actúan ciegamente y hoy es un peligro para la misma humanidad.
La necesidad de unificar todos los pueblos y naciones en un frente común contra la barbarie de una élite transnacional que ha perdido toda humanidad es hoy necesaria para la derrota total del sistema capitalista a nivel mundial, su abolición y la llegada de un camino que nos lleve a las estrellas (sumak Kawsay).
* Marco terranova tenorio. Licenciado en Ciencias Políticas (UNED) y director del Diario Unidad. Construyendo el Socialismo del Siglo XXI
Fuente: TerceraInformación
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