lunes, 28 de septiembre de 2015

Víctor Álvarez R.: Industrializar para derrotar la escasez

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La falta de divisas sentencia que ya no es posible importar para abastecer la demanda nacional. Los crecientes problemas de escasez que atormentan a la población y ponen en peligro el resultado electoral que al gobierno le interesa lograr, reivindican la importancia de industrializar la economía nacional para alcanzar la soberanía alimentaria y productiva.

La conformación del PIB venezolano es muy precaria. En la última década ha caído la contribución de la agricultura y la industria, que son sectores básicos para satisfacer las necesidades esenciales de la sociedad. La estructura sectorial del PIB aún está lejos de reflejar la conformación de una economía que asegure una inserción soberana del país en la economía mundial. La agricultura apenas aporta el 4 % del PIB, cuando debería estar en al menos 12 %, si se quieren lograr los objetivos de soberanía alimentaria; mientras que la industria contribuye con menos del 14 % del PIB, muy lejos de los estándares internacionales que indican que un país se ha industrializado cuando la manufactura aporta al menos un 20 % del PIB.

Al desagregar el análisis por sectores se evidencia que en la última década la tasa de crecimiento interanual del sector manufacturero ha sido menor que la del PIB, lo cual significa que la industria ha perdido dinamismo e importancia relativa en la conformación del producto, pasando de 18.8% en 1999 a menos de 14 al cierre de 2014. El PIB depende cada vez más del comercio y los servicios -particularmente del comercio importador y los servicios financieros-, lo cual acentúa los rasgos de una economía rentista dependiente de las importaciones y actividades especulativas. Las reiteradas proclamas para industrializar la economía y sustituir importaciones hasta ahora no han rendido su fruto para lograr un PIB con más calidad, sustentado en la agricultura, la industria, como sectores que pueden sustituir importaciones, generar abundante empleo y activar nuevas fuentes de divisas.

Para derrotar los problemas de escasez e inflación se impone el diseño de una eficaz política industrial que combine inteligentemente medidas de incidencia general sobre la actividad manufacturera con otras medidas especialmente dirigidas a sectores que se consideren prioritarios. También se requiere adecuar el marco legal y el entorno institucional que facilite la armonización y eficaz instrumentación de todas y cada una de estas medidas en las siguientes dimensiones:

Dimensión Macroeconómica: son medidas horizontales en materia cambiaria, monetaria, financiera, fiscal, arancelaria y de precios, las cuales tienen una incidencia general, más no igual, sobre todos y cada uno de los sectores y ramas industriales.

Dimensión Mesoeconómica: son medidas para adecuar tanto el marco legal y regulatorio como el entramado institucional a través de los cuales los ministerios, entes adscritos y demás órganos del Estado se coordinan y articulan en función de asegurar el buen gobierno de la economía.

Dimensión Microeconómica: son medidas verticales que tienen una incidencia focalizada en determinados sectores industriales a las que se atribuye una mayor importancia, bien sea por su efecto multiplicador y acelerador de la dinámica económica, por su contribución al empleo o por su efecto sobre la inflación.

Solo a través de un esfuerzo sostenido por industrializar la economía nacional será posible derrotar los flagelos de la escasez y la inflación que azotan a la población.

@victoralvarezr / Últimas Noticias

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